martes, 13 de octubre de 2009

Pizzeria Stefano

En Castro Urdiales (Cantabria), hay una variada oferta gastronómica para todos los bolsillos. Desde sus interminables barras de pintxos, que recorren las calles de la parte vieja y la zona del puerto, hasta restaurantes de todo tipo, todos presentan una variada y rica oferta.

La comida italiana también tiene su presencia en esta ciudad marinera. Tenemos "la Pérgola" o "Napoli mio", pero nosotros nos inclinamos por la pizzeria "Stefano", localizada en la zona de Ostende, cerca del polideportivo y flanqueada por una sucesión de bares de copas y otros restaurantes.

Confieso que cuando lo descubrimos nos resultó con más encanto. No sé si fue que estábamos aún en pleno noviazgo, que estábamos descubriendo la ciudad, que hacía un frío que pelaba, o simplemente que teníamos hambre. Pero lo cierto es que tanto la atención de la camarera como la presentación, resultaba mucho más acogedora que ahora. Sin embargo, la comida no ha cambiado.

La última vez que hemos estado ha sido este sábado día 10 de octubre, y hemos salido encantados. La pizza Al Pacino estaba buenísima, con una masa fina fina y un tamaño considerable para dos personas. Todo ello completado con una ensalada y un tartufo negro que nos sorprendió.

jueves, 1 de octubre de 2009

Restaurante Eneperi

En esta ocasión nos vamos a quedar más cerquita, para deleitarnos con un restaurante que, a mi juicio, es de lo mejorcito que tenemos. Vale que no es un Arzak, no es un Berasategui. Pero no hace falta dejarse el bolsillo en el intento de comer rico, bien, con una relación calidad-precio razonable, en un enclave excepcional y con una atención exquisita.

El restaurante Eneperi me trae recuerdos encontrados por diferentes motivos. Pero es una relación de novela romántica, de tira y afloja, que siempre termina por convencerme, arrullada por la brisa que viene de San Juan de Gaztelugatxe, por sus platos, siempre exquisitos, y por una atención que aleja cualquier sentimiento extraño...

La ocasión era perfecta, mi cumpleaños. Y además, con una peque por venir con cuyas patadas nos recordaba de vez en cuando que ella también se deleitaba con la comida y el ambiente.

El restaurante Eneperi hechiza al llegar por el entorno, en la zona de Urdaibai, abierto a rutas, caminos, o simplemente a sentarse y contemplar el paisaje. Después, el caserío impresiona, por dentro y por fuera, tanto más ahora por las obras recientes, que si bien he de confesar al principio de decepcionaron, pensando que iban a deslucir el encanto ascentral del caserío que acoge su cocina, finalmente ha terminado por seducirme. Una exquisita fusión con el entorno y el paisaje han hecho de esta reforma un acierto que combina tradición con modernidad.

La cocina del Eneperi combina diversos entornos, cubre varios ambientes y estados de ánimo. Lo mismo una extensa barra de pintxos, que una cervecería al aire libre de muy buen gusto, buena comida y mejores precios. Y qué decir del restaurante, donde el comensal puede explayarse con una comida excelente, que jamás, hasta ahora, me ha defraudado.

Comenzamos con unos pimientos de Gernika, y unos bombones de langosta rellenos de txangurro. Ambos deliciosos.

Después, bacalao a la vizcaína uno, y solomillo de bonito yo. Exquisitos. En el entremedio nos deleitaron con una reducción de pacharán con su pastelito en miniatura, que no pude saborear debido a mi estado. Sólo degusté el pastelito, como un bizcocho de casa de muñecas, riquísimo.

El postre fue una delicia en su presentación, dibujos en caramelo de txalupas y animales, decorando el dulce en sí: milhojas de tres chocolates, mmmm...

El precio se ajustó a nuestras expectativas. Y el entorno, también. A pesar de la que está cayendo, el restaurante estaba a rebosar, con menús concertados (bautizos, etc.) y platos para todos los gustos y bolsillos. Y un ambiente de tranquilidad y degustación de buena comida, en buena compañía y con una atención extraordinaria.

Exquisito