lunes, 2 de diciembre de 2013

Restaurante Dandaka en Erandio

Erandio Goikoa es un hermoso entorno del Gran Bilbao, ubicado entre autopistas, corredores y polígonos industriales. Un pequeño pulmón donde se ubica Dandaka, grata sorpresa para los paladares amantes de la buena mesa, apta para todos los bolsillos.

Dandaka se localiza junto a la iglesia del Erandio Goikoa, en un pequeño y coqueto caserío que está repleto de clientes a cualquier hora, lo que no deja de ser buena señal.

Su menú del día, por 10,50 euros, ofrece calidad en los platos y cantidades generosas, bien servidas por un personal muy simpático y atento, ágil en el servicio y amable, lo que no deja de agradecerse en tiempos como los actuales, donde el avinagramiento generalizado del carácter empieza a ser la tónica general. Vamos, con gente así te entra aún más hambre si cabe.

Disponen también de menús especiales, de fin de semana u concertados para grupos.

Nosotros optamos por el menú del día, un risotto con hongos y alcachofas a la riojana, muy bueno y en su punto. Me refiero con esto que no estaba ni frío ni hirviendo, directo al paladar.

De segundo, pollo asado uno, y escalope el otro. Ambos deliciosos.

Postres, cuajada y tarta de tres chocolates. A lo mejor la sección postre la noté un poco floja, ya sabéis que para mí esta parte de la comida es la más atractiva. Pero vamos, en general, me gustó bastante, creo que es un sitio perfecto para comer si tienes que trabajar cerca, o te apetece comer tranquilamente con familiares o conocidos. Sirven rápido, atienden bien, y la comida es adecuada.

Eso sí, el café en el bar, no se puede en el comedor. Signo de cómo andan de gente todos los días.

Recomendable.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Restaurante Pulcinella en Getxo

Le teníamos ganas desde hacía ya tiempo, y el pasado viernes, por fin, pudimos degustar algunos de los platos del Restaurante Pulcinella, en Las Arenas (Getxo).

Es un restaurante pequeño, con comedor situado en la planta superior. La de abajo es un bar que no evoca demasiado a la mamma Italia, con buena barra de pintxos y posibilidad de take away.

La carta del restaurante es inmensa, con todo tipo de platos para recorrer despacio la cartografía gastronómica del país de la bota. Nosotros nos dejamos recomendar por el dueño, Agustín, y la verdad es que fue todo un acierto.

De primero, una focaccia de jamón y queso con rúcula, deliciosa y en su punto.
Después, dos segundos, ambos de pasta. Una pasta rellena de espinacas con salsa de hongos y boletus edulis, aderezada por un aceite de trufa. Y espagueti con marisco. Del primero destaco que estaban al punto, y servidos en la ración justa para quedarte a gusto sin llenarte. Y del segundo, aunque no soy muy fan de los mejillones, reconozco que era un plato exquisito, con buena calidad en el marisco, servido de forma muy original (sobre un papel de plata envuelto a modo de pez), y destacando la salsa de tomate, casera y deliciosa.

Y luego, los postres. Un canoli siciliano, y una tarta mascarpone que casi nos hace llorar. Lo cierto es que ambos estaban riquísimos, evocando con sus sabores nuestras estancias por tierras italianas. 

Finalmente, café, y una rosa para mí. La cuenta, para Agus  :-).

En resumen, un sitio más que recomendable para trasladarte a la auténtica comida italiana, bien servido, bien cocinado, con excelente calidad en los ingredientes. Para repetir.

lunes, 22 de abril de 2013

Restaurante Ruperto en Amurrio

El pasado día 24 de marzo, visitamos Amurrio con motivo de su feria de minerales y, a la hora de comer, acudimos por casualidad al Restaurante Ruperto. Fue como digo algo fortuito, resultado de las pesquisas de Agus, pero he de confesar que fue todo un acierto.

Este restaurante se encuentra en las afueras del núcleo urbano, en el barrio San Roque, en un coqueto caserío adaptado a los tiempos en medio de un enclave pastoril, rodeado de montañas y otros caseríos.

Como bien dice en su sitio web, su especialidad son las alubias, que circulan en un humeante perolo de barro a lo largo y ancho de su comedor, amplio como pocos, y repleto de gente. Junto al perolo, inseparable el bote de guindillas, que hace las delicias de los comensales.

Nosotros íbamos con las niñas, y optamos por el menú especial, que incluía espárragos dos salsas, tabla de ibéricos, paté, fritos variados, y luego segundo a elegir (carne o pescado), junto al postre, todo por 25 euros. Además había un menú de fin de semana, creo recordar que en torno a los 16 euros, donde te daban paellas, alubias y ensalada, es decir, que te ponían el perolo en la mesa y comías lo que querías, y luego el segundo y el postre.

En suma, un restaurante de esos que te cuentan que existe y que no te crees hasta que vas, un sitio campechano, donde la gente no aspira a innovaciones culinarias de innombrables descripciones, sino que lo que quiere es una comida de la de siempre, bien servida, en un ambiente de los de siempre.

Muy recomendable.

domingo, 3 de marzo de 2013

Restaurante Atea en Bilbao

Para celebrar el cumpleaños de Agus, este fin de semana hemos hecho un kitkat de padres y nos hemos ido los dos a celebrarlo al restaurante Atea, en Bilbao.

El Atea es un restaurante de diseño, integrado en el grupo Zortziko y liderado por Daniel García. Ofrece una carta tradicional, para nada estridente, incluso me atrevería a decir que escasa, aunque creo que correcta para el tamaño del restaurante.

Con sus precedentes, la carta sorprende porque te esperas nombres rimbombantes y por encontrar, puedes encontrarte hasta hamburguesa de ternera.

Siguiendo las recomendaciones de foros y demás, elegimos de picoteo, además de una brocheta de mejillones y un rulo de morcilla con crema de Idiazabal, las famosas croquetas. No es pasión de hija, pero las de mi madre siguen siendo insuperables, y reto a cualquiera a probarlas.

Como primero a compartir, arroz cremoso de langostinos, una ración bastante generosa.

De segundos, pierna de cordero lechal, que casi se salía del plato, y merluza rellena de txangurro de mejillón. Ambos muy sabrosos y en su punto.

El postre, goshua y sopa de frutas con helado de queso.

En general, me pareció un restaurante correcto, la atención es cercana y bastante eficaz. La localización y el diseño del local son más que agradables, muy cool, como se suele decir.

La comida se presenta de manera correcta, tal vez demasiado caliente, pero en general está bastante bien.

Un sitio recomendable para degustar comida tradicional, bien preparada y presentada, sin dejarse un riñón en el intento.

jueves, 21 de febrero de 2013

Restaurante Ugartena en Getxo

Hoy hemos disfrutado de un menú correcto y agradable en el restaurante Ugartena, en Getxo. Lo cierto es que hemos llegado aquí de manera imprevisible, puesto que la primera opción era el restaurante Tellagorri, que nos hemos encontrado cerrado. ¿Coincidencia o nefasto efecto de la crisis? Esperemos que no se trate de esto último...

El Ugartena es una acogedor caserío con un comedor de capacidad media situado en la planta superior. Ofrece un menú del día al precio de 14 euros con IVA incluido, que no contempla los cafés, refrescos ni cerveza.

En el día de hoy, el primer plato permitía elegir entre verduritas de temporada con refrito, spagueti a la boloñesa al aroma de parmesano, alubias con sacramentos, o ensalada de queso fresco con salsa de nueces.

Nosotros optamos por las verduritas, en su punto, crujientes, con un suave regusto a ajo. Muy bueno.

De segundo, merluza rebozada, escalopes de buey o muslo de pollo a la cebolla y cerveza. Nosotros optamos por los escalopes y el pollo. También, muy buenos.
 
Y finalmente, el postre. Voy a centrarme en lo que he elegido yo, la pantxineta, porque solamente por ella merece la pena una visita a este restaurante. La crema, deliciosa, sin empalagar. El hojaldre suave y tierno, se derretía ante el cuchillo. Con una cobertura de chocolate, almendras y azúcar glas. Insuperable.

En fin, un encuentro casual con el Ugartena, pero muy satisfactorio. Recomendable.