jueves, 27 de mayo de 2010

Hotel Las Rocas en Castro Urdiales

Desafiando el calor extremo, y conscientes de la alta probabilidad del despertar de Leire y por tanto, que la comida no siguiera el curso de antaño (lo que significa, hablando llanamente, poder comer tranquilos), nos aventuramos a probar el menú de fin de semana del Hotel Las Rocas. Ya nos quedamos con las ganas en su día, con ocasión de las tradicionales Jornadas Gastronómicas de Cantabria: Leire era aún más pequeña y el riesgo de debacle en el curso de la comida era mayor que ahora. Y por otro lado, amigos comunes nos habían hablado bastante bien del sitio, así que ahí fuimos.

El local no es demasiado grande para la categoría del hotel, al menos la sala en la que estuvimos, pero está muy bien iluminado y el espacio distribuido correctamente, con lo que al final es acogedor y cumple su función. El servicio es correcto y rápido, muy amables y atentos.

En cuanto al menú, comienza por un aperitivo de bienvenida, que es una especie de puding de pescado, suave al paladar y que entra muy bien. Personalmente me resulta muy agradable que el restaurante obsequie el comensal con estos aperitivos de bienvenida, porque el factor sorpresa y las delicias en pequeños bocados sientan muy bien y crean un sentimiento favorable a lo que vendrá después.

Agus tomó de primer plato un arroz caldoso con marisco, que tenía una curiosa salsa a la naranja. Yo me incliné por unas alcachofas naturales con jamón, exquisitas. Como segundo plato, ambos optamos por el sapito al horno con patatas panadera, del que destaco su presentación, ya que se sirve el pescado entero, con la boca abierta en sugerente presencia. El asado está en su punto y se come sin enterarse. Y lo digo con conocimiento de causa porque Leire ya estaba despierta y si hubiera estado como en otros sitios donde lo he comido, gelatinoso y duro, hubiera tenido que dejarlo tal cual en el plato.

A la hora de los postres, teníamos delante de nosotros el surtido de tartas disponibles, para elegirla in situ. Agus tomó tarta Sacher y yo tarta de manzana, que la preferí a la de Agus, ya que la crema pastelera estaba deliciosa.

El precio del menú resultó de 24, 50 euros cada uno más IVA. Como aspectos a mejorar, pues que en el precio no se incluye la bebida, y que el menú no cambia de un fin de semana a otro, con lo que al final puede terminar por cansar.

Pero como conclusión, un agradable descubrimiento.

domingo, 9 de mayo de 2010

Restaurante Urbano

Supongo que decir que estuvimos el sábado en Donosti y que comimos de cine, no representa ninguna sorpresa para los eventuales lectores de este post. Aún así, quisiéramos dejar constancia del grato descubrimiento que hicimos con el restaurante Urbano.

Se trata de uno de los restaurantes dirigidos con sabia mano por Patxi Aizpuru, ubicado en la parte vieja de Donosti, flanqueado por decenas de buenos locales para comer bien, y "pintxear" mejor (si no fuera por los precios...).

Nosotros nos inclinamos por el menú degustación: ensalada templada de chipirones con tomate confitado, pimiento verde asado y vinagreta de su tinta; arroz cremoso con foie y champiñones, lomo de merluza al horno con langostinos, crema de marisco y tostado de jamón serrano, taco de buey con patatas a la crema y reducción de vino tinto... y de postre, helado de queso fresco con sopa de frambuesa y bizcochito de azúcar moreno, y pastel templado de chocolate y nueces, con su sorbete de mandarina sobre coulis de fruta de la pasión. Total, 35 euros por barba con Iva incluido, y bebidas dentro del menú. Ah, y precedido de un aperitivo, que últimamente se está poniendo de moda y la verdad es que se agradece.

El servicio fue excelente, rápido y eficaz, y el local nos llamó la atención por su decoración moderna y por lo pequeño de la estancia, ya que esperábamos un sitio más grande. Pero así fue mejor, mucho más desenfadado, y a la vez íntimo y recogido. En resumen, un lugar óptimo para comer bien en Donosti sin desgraciarse el bolsillo en exceso.