viernes, 10 de agosto de 2012

Emplatar también es un arte

Tenemos dos crías preciosas de dos años y 9 meses que han mermado nuestro contacto con la buena gastronomía, aunque por ellas sin echar nada de menos.

Una de las cosas que más me gustaba era la manera minuciosa, meticulosa y cuidadosa de picar, cocinar y emplatar las diversas ensaladas, siempre distintas, que hacía Sonia. Cuando no era un vinagre de arándano eran unas grosellas o un queso italiano/griego, siempre había alguna novedad.

Ahora no hay tiempo para tales finuras y nos tenemos que conformar con mi tomate-lechuga-cebolla que intento acompañar con lo que pillo en los armarios: maíz, aceitunas o bonito. Pero a veces Sonia saca un ratito y me hace recordar viejos tiempos como hace un par de días.

La foto horrible tomada on-the-fly no hace justicia al plato.


lunes, 6 de agosto de 2012

Hotel Puertomar en Peñíscola

Acabamos de regresar de Peñíscola, donde hemos pasado unos días en el hotel Puertomar. La verdad es que la elección no ha podido ser más acertada.

El hotel está situado cerca de la entrada de la ciudad, así que al llegar da la sensación de estar apartado del centro. Pero lo cierto es que incluso yendo con niños (nosotros dos peques, de dos años y nueve meses respectivamente), te plantas en 10 minutos en la playa pequeña que hay tras el castillo, o en 20 minutos al casco histórico. Andando, claro.

El hotel es tipo apartahotel, con un excepcional equipamiento, sólo se echa en falta un menaje de cocina más amplio, pero por lo demás no hubo queja en absoluto, todo muy nuevo, espacioso, limpio. El servicio de limpieza es diario y muy correcto.

Se sirven comidas, y nosotros sólo cogimos la opción de desayuno, tipo buffet, bastante completo.

Dispone de dos zonas de piscina, una con una piscina grande y otra para los peques, y otra tipo spa con chorros. Ambas con suelo de madera, y muy cuidadas.

Además, zona de juegos, gimnasio, y cafetería-terraza.

Una excelente opción para ir con niños. Sin contar con el privilegiado entorno de Peñíscola, que seguro visitaremos de nuevo.

Ijada de bonito en casa

La foto lo dice todo de este suculento manjar que tuve la oportunidad de disfrutar el pasado fin de semana de las manos de mi mujer Sonia.

Sólo dos palabras: Estaba riquísimo :-)