El pasado día 24 de marzo, visitamos Amurrio con motivo de su feria de minerales y, a la hora de comer, acudimos por casualidad al Restaurante Ruperto. Fue como digo algo fortuito, resultado de las pesquisas de Agus, pero he de confesar que fue todo un acierto.
Este restaurante se encuentra en las afueras del núcleo urbano, en el barrio San Roque, en un coqueto caserío adaptado a los tiempos en medio de un enclave pastoril, rodeado de montañas y otros caseríos.
Como bien dice en su sitio web, su especialidad son las alubias, que circulan en un humeante perolo de barro a lo largo y ancho de su comedor, amplio como pocos, y repleto de gente. Junto al perolo, inseparable el bote de guindillas, que hace las delicias de los comensales.
Nosotros íbamos con las niñas, y optamos por el menú especial, que incluía espárragos dos salsas, tabla de ibéricos, paté, fritos variados, y luego segundo a elegir (carne o pescado), junto al postre, todo por 25 euros. Además había un menú de fin de semana, creo recordar que en torno a los 16 euros, donde te daban paellas, alubias y ensalada, es decir, que te ponían el perolo en la mesa y comías lo que querías, y luego el segundo y el postre.
En suma, un restaurante de esos que te cuentan que existe y que no te crees hasta que vas, un sitio campechano, donde la gente no aspira a innovaciones culinarias de innombrables descripciones, sino que lo que quiere es una comida de la de siempre, bien servida, en un ambiente de los de siempre.
Muy recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario