martes, 22 de octubre de 2019

Mercat del Peix en Mahón


Este verano hemos disfrutado de unos maravillosos días en Menorca, isla que no conocíamos y de la que hemos vuelto completamente enamorados.


Como no podía ser de otra forma, una de las cosas que nos gusta hacer en nuestras visitas turísticas es saber de su gastronomía: productos locales, platos típicos, locales chulos para comer según qué bolsillos…

El día que estuvimos en Mahón, nos inclinamos por visitar el Mercat del Peix. No queríamos darnos la gran comilona, porque entre el calor y las niñas tampoco íbamos a disfrutarlo, y aparte íbamos en plan informal, y las críticas que vimos en diferentes foros nos convencieron para visitarlo… Y no defraudó.

El Mercat del Peix, fundado como tal edificio entre 1926 y 1927, es la tradicional pescadería de Mahón que, en la actualidad, siguiendo la tónica de otros mercados, ha ampliado su oferta y ahora, además, es un animado centro de tapeo con una alternativa para comer bastante interesante.

Nosotros llegamos en torno a las 15.00 y estaba repleto de gente, pero no tuvimos que esperar mucho para conseguir una mesa. Puedes sentarte fuera, aunque hay que pillar con sombra, y luego ya dentro hay bancos altos con mesas pegadas a la ventana, y no es mala opción si quieres disfrutar del bullicio en primera línea.

Dispones de una media docena de puestos aproximadamente donde puedes ir eligiendo los pinchos o raciones que te apetezcan. En cada puesto se paga lo que has cogido en él. La variedad es infinita: desde pizzas pequeñas hasta croquetas y tortillas, pasando por tablas de queso de Mahón y otros productos de la zona, y una oferta de pescado muy recomendable, sobre todo la del puesto que cierra a partir de las tres y que te preparan al momento. No recuerdo el nombre en este momento, pero se identifica fácilmente porque solamente ofrecen marisco y pescado. Muy muy recomendable.

Hay un par de puestos que ofrecen solamente bebida, interesante para degustar cerveza artesana de Menorca y vinos de la zona, que no conocíamos y nos sorprendieron gratamente.

El Mercat es una buena alternativa si vas con niños/as, les encantará eso de elegir los pinchos y el tema de comer sobre una barrica con todo puesto a la vez en la mesa les resulta muy divertido. Además, al salir puedes hacer un recorrido por los puestos de pescado que están funcionando en el mismo espacio donde se encuentran los locales de restauración.

Sin duda, una buena opción para comer a un precio razonable (no esperéis precios baratos, son precio de pincho a la vasca ;-), pero merece la pena si queréis comer rico y de una forma diferente).

domingo, 20 de mayo de 2018

Augusta Lucilla Palace, en Roma

Hemos tenido la gran suerte de disfrutar unos días en Roma, con motivo de nuestro décimo aniversario de boda, y nos hemos alojado en el hotel Augusta Lucilla Palace.



Se trata de un hotel de 4 estrellas, estratégicamente situado a un paso de la parada de metro de Termini, por la vía Cavour, rodeado de buenas opciones gastronómicas con una más que buena relación calidad-precio (a esto nos referiremos en otro post).

Nosotros optamos por una habitación familiar, porque íbamos con las niñas (6 y 8 años), y fue una muy buena elección. La habitación era amplísima, con una cama de matrimonio en la que cabíamos los cuatro, y dos sofás cama muy cómodos. En fin, que dormimos a pierna suelta.

La habitación tenía una tetera a nuestra disposición con infusiones variadas, y un móvil que podíamos llevar en nuestras visitas con informaciones de todo tipo sobre la ciudad, y otras prestaciones como un smartphone normal.

Sin duda, uno de los elementos a destacar del hotel es su desayuno buffet, que las peques disfrutaron a tope, con repostería realizada en el mismo establecimiento, y una gran variedad de fruta, cereales, comida salada y dulce... En fin, que lo disfrutamos a tope.

Ha resultado una opción bastante interesante porque aunque no es un hotel barato, no hay que olvidar que hablamos de un 4 estrellas, habitación para 4 personas y con desayuno. En fin, una alternativa atractiva para disfrutar de Roma con comodidad.

viernes, 5 de agosto de 2016

Restaurante Milagros, en Barrika



En alguna otra ocasión ya hemos hablado de este local ubicado en la carretera hacia Plentzia. En sus inicios yo lo conocí como bar de copas de ambiente chill out, pero su calidad como restaurante me tiene completamente subyugada.

Milagros ofrece una comida de fusión, entre lo vegetariano, la comida oriental y la mexicana, con una presentación original y sorprendente, y una mezcla de sabores, especias y productos que merece una explicación por parte del camarero cada vez que te sirve un plato.

Realmente todo en él es una sorpresa. Desde la decoración del local, no apta para los mojigatos hasta la presentación de los platos, pasando por la vajilla y su carta, de cuya lectura no queda más remedio que rendirte y dejarte llevar por la musicalidad de sus reseñas, sin saber muy bien lo que pides, dejándote sorprender.

Para mí es un gusto volver y repetir, y dejarme sorprender. Y espero que lo sigan haciendo. En las siguientes imágenes os muestro un repertorio de nuestra última visita. Pero no pidáis que recuerde sus nombres. Únicamente tengo en mi mente la explosión de sabores y texturas. Eso sí, se trataba de una ensalada, pescado y postre, como siempre. Todo excepcional.

Casa Rural Hospital de Villahormes, en LLanes.


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Hace ya unos meses que estuvimos en esta fantástica casa rural, ubicada en la zona de Llanes (Asturias). El enclave ya es de por sí un lujo para los sentidos, y seas fan de la montaña, la playa, la gastronomía o el simple paseo y relajo, este es sin duda tu sitio.

Como de costumbre, nos propusimos disfrutar de un fin de semana con las peques, y tras mucho buscar nos inclinamos por este alojamiento que ofrecía unos apartamentos rurales a buen precio y con unos servicios adecuados para nuestras necesidades. Y sin duda, acertamos.

El lugar se encuentra con facilidad, y las personas responsables son un absoluto encanto. No sólo te informan de la zona, lugares donde comer, etc., sino que dan todo tipo de facilidades. De hecho, gracias a ellos nuestras peques pudieron disfrutar de pizza como la de casa, porque nos pusieron en contacto con la dueña del bar del pueblo para tomar prestado su horno. Una anécdota que se agradece.

Nuestro apartamento disponía de dos plantas. En la parte de arriba estaban las habitaciones y el baño principal, y en la de abajo un espacio único de cocina, salón y comedor, con un pequeño baño. Todo con una excelente distribución que lo hacía acogedor pese a no ser muy grande. A destacar la exquisita decoración y la limpieza, algo que al menos yo personalmente valoro bastante, sobre todo si viajo con mis niñas, y teniendo en cuenta mis alergias varias.

El lugar recibe su nombre porque el recinto fue hospital durante la Guerra Carlista, y fueron los dueños actuales los que lo convirtieron en lo que es ahora. De hecho te regalan un CD con una presentación explicativa.

Sin duda, un lugar para repetir.