domingo, 29 de agosto de 2010

Monasterio de Valvanera

El monasterio de Valvanera es toda una institución en La Rioja por muchos motivos: En él se encuentra la patrona de la comunidad, se ubica en un entorno espectacular rodeado de montañas, bosques y ríos, y hasta no hace muchos años en la hospedería se comía de maravilla.

Hace pocos días estuve allí con mi familia y comprobé que seguía siendo el mismo sitio hermoso lleno de visitantes que había visitado en otras ocasiones.

Aunque algunas veces tras visitar el monasterio nos íbamos a comer a los merenderos de la zona cuando aún se podía hacer fuego (hace años que no se puede), normalmente comíamos en la hospedería del monasterio.

La hospedería, no teniendo una carta variada, tenía varios platos exquisitos que hacían más que merecido en viaje hasta allí. Sin embargo, de unos años a esta parte se ha convertido en un simple bar de menú del día con muy poca variedad y un precio excesivo para lo que te dan (por ejemplo de postre: helado de tarrina, no hay tartas y casi nada es casero).

Por tanto, si no lo conoces la visita al monasterio es altamente recomendable por lo que representa, pero la comida, si os gusta comer bien, mejor hacerla en alguno de los pueblos cercanos donde te dan más y mejor por menos.

sábado, 21 de agosto de 2010

Tentaciones

Desde que conozco a mi marido llevo visitando Ezcaray, agradable descubrimiento especialmente para el estómago. Supongo que más que uno conocerá su variedad de pintxos, y restaurantes para bien comer tras una dura jornada montañera, esquiadora, cazadora, o simplemente, holgazaneadora (que también cansa lo suyo...).

Sin embargo, una de las cosas que faltaban era una pastelería de referencia, que siempre es de buen gusto terminar una comida espectacular con un dulce pastel, que anima las sobremesas.

El pasado año si no me equivoco, abrieron la pastelería Tentaciones, junto al Club de la Tercera Edad. Es una pastelería pequeña, que elabora directamente todos sus productos. Tal vez por ello no se prodiga en cantidades, y hay que madrugar o encargar para poder pillar lo mejor del sitio. Que por cierto es difícil identificar, ya que todo está buenísimo.

Nosotros nos iniciamos con la trenza de frutas y hojaldre, que otros se han apresurado en copiar. Pero tampoco hay que perderse la pantxineta. O los pastelitos de bizcocho y almendra. O sus pastas de té.

Nos quedan por probar sus naranjas confitadas con chocolate, y las piedras del Oja, dulce registrado como marca que se suma a los muchos que pueblan el mapa gastronómico de La Rioja. Pero mejor los probamos un poco más tarde, cuando la peque nos deje hacer más ejercicio, que si no vamos a echar una panza poco recomendable :-).