Este fin de semana nos hemos vuelto a escapar Agus y yo para celebrar nuestro aniversario de boda. Marzo es un mes intenso de celebraciones, y lo aprovechamos a tope para estar un ratito otra vez "de novios" (aunque luego nos tiremos toda la comida hablando de la peque). Además, se abre una etapa intensa de proyectos compartidos, que ya iremos desgranando poco a poco, y teníamos muchas cosas que comentar.
Nos decidimos por el restaurante Karola Etxea, en el Puerto Viejo de Algorta. Yo había estado hacía unos diez años y guardaba un buen recuerdo. Y lo cierto es que la experiencia lo superó con creces.
En primer lugar, el local, un caserío muy acogedor, con pocas mesas, y un servicio excelente.
En segundo lugar, su carta. Además de la carta "formal", se ofrecía una variada oferta adicional, que incluía lo mejor del marisco y los pescados del Cantábrico. Tanto, que nos costó decidir...
Finalmente, optamos por una ensalada de bogavante con tartar de txangurro y frutos secos y una ración de gambas de Huelva para compartir. De segundos, Agus eligió un taco de buey con boletus y helado de oliva negra que nos sorprendió, y yo elegí una suprema de lubina al txakolí con filamentos de puerro, también excelente. De postres, brownie borracho con helado de naranja y tostada casera de nueces y pasas con helado de dulce de leche.
En suma, un local excelente, con magnífica materia prima, acogedor y propicio para pasar un rato agradable en pareja o con la familia. Sin duda, muy recomendable.
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