Un reciente viaje me ha permitido conocer brevemente Lisboa. Sin duda de la ciudad destacaría la cercanía y amabilidad de sus gentes, y su magnífica oferta pastelera y gastronómica.
Tras las visitas monumentales de rigor, casi por casualidad encontramos un magnífico restaurante de comida tradicional portuguesa: Cervejaría Trinidade.
El comedor de la cervejaria Trinidade se encuentra en el interior de un convento del siglo XIII que mantiene gran parte de la decoración y motivos religiosos esperados en un lugar como éste, lugar de culto de magníficos manjares.
Es un sitio muy asequible teniendo en cuenta la calidad de los platos que se sirven, con gran variedad de marisco, pescados y una buena carta de vinos y oportos portugueses.
Recomendable cualquiera de sus mariscos y platos de bacalao tradicionales como el bacalhau a braz.
A destacar, aunque fue una constante en todos los lugares que visitamos, los ricos postres y el magnífico café que nos sirvieron.
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