Hace unos años un médico santanderino nos recomendó una sidrería en Asturias de las de comer muy bien. Nos dijo que se llamaba Casa Poli, en el concejo de Llanes, y que destacaba por sus embutidos caseros.
Dado que siempre que hemos ido a Asturias hemos comido estupendamente, sentí una gran curiosidad por un lugar de allí que mereciera una mención especial sobre todos los demás. Y lo anoté en mi memoria esperando una no demasiado lejana oportunidad para ir.
Ese momento llegó cuando organizamos un viaje a Ribadesella, aprovechando la festividad del Día del Padre. Por fin conoceríamos la famosa sidrería de Llanes, que no la única, pues en la zona abundan y son todas de muy buena cocina.
Una búsqueda rápida en Google me indicó que Casa Poli estaba en Puertas de Vidiago a unos 8 kilómetros de Llanes, muy cerca de los famosos bufones de la zona (que también merecen una visita) y del ídolo de Peña Tú.
Al entrar en Casa Poli sorprende su fachada y decoración, rústica, de pueblo. Vamos, para ir abriendo el apetito. Mientras esperas turno de entrada, los camareros entran y salen cruzando su patio interior, portando suculentos platos: codillo, tortos, quesos...
Lo mejor de Casa Poli es ir allí y probarlo todo en persona, disfrutando de la mesa y si es posible, de la sobremesa. Nosotros probamos los embutidos caseros, ensalada de bogavante, picadillo, lomo asado con puré de manzana, y enormes tartas.
A destacar, la tarta de nuez, deliciosa. Y como punto negativo, la ensalada de bogavante, bañada en exceso en salsa rosa, con lo que no sabías si estabas comiendo bogavante, o txaka del super. Pero bueno, fue culpa nuestra, a un sitio así hay que ir directamente a los productos del cochino, y prescindir de ensaladas, escasas en la carta y más de relleno que de otra cosa.
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